La Estrategia Ebro Resilience y el Proyecto LIFE Ebro Resilience P1 definen la filosofía de intervención y sirven como acción piloto en la implantación del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación de la Demarcación del Ebro (PGRIEbro) en toda la cuenca. Estas actuaciones innovadoras destacan por su objetivo de reducción de las afecciones por inundación, pero, también, por la búsqueda de soluciones basadas en la naturaleza y la implementación de infraestructuras verdes.
El Plan de Gestión del Riesgo de Inundación del Ebro recoge medidas por un importe global de más de 300 millones de euros, a ejecutar por las distintas autoridades y Administraciones competentes . Su contenido e implantación son clave para la gestión del riesgo de inundación, con un horizonte de aplicación hasta 2027.
Todas las propuestas que se están desarrollando en la Estrategia Ebro Resilience y el LIFE Ebro Resilience P1 en el tramo medio del Ebro, uno de los de mayor riesgo de inundación de toda la cuenca, son inspiradoras de otras intervenciones recogidas en el Plan. Las medidas Ebro Resilience tienen asignadas 90 millones de euros del presupuesto del PGRIEbro.
Los Planes de Gestión de segundo ciclo, denominados PGRIs, fueron aprobados en enero de este año 2023 y suponen, en todas las cuencas, el cumplimiento de la Directiva Europea de Inundaciones.
En el PGRIEbro se definen medidas tanto continuadas, como puntuales, para la Prevención, Protección, Preparación y Recuperación tras los episodios de crecida.
Destacan las medidas de adecuación de los usos del suelo en zonas inundables, los sistemas de predicción y alerta temprana y las medidas de recuperación de espacio fluvial, aunque se incluyen también soluciones estructurales allí donde son necesarias, especialmente para la defensa de cascos urbanos.
Destacan cuatro líneas de actuación dentro del documento:
Además de las actuaciones contenidas en la Estrategia Ebro Resilience, existen otras promovidas tanto por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y la CHE, como por los Gobiernos autonómicos, destacando las actuaciones de la Estrategia de Restauración de Ríos: actuaciones en los ríos Híjar y Ebro en el entorno de Reinosa; Arga en Funes; Ultzama y Arga en Villava; Queiles; Valarties en Arties; Cinca en Fraga; y en Laspuña y Aínsa; Yécora en Logroño; Pelós en Santa Bárbara; Cinca y Sosa en Monzón; etc.
El objetivo de todas las acciones de la Estrategia Ebro Resilience es reducir los daños causados por las inundaciones, mejorando el estado ecológico del río y la biodiversidad local. Entre sus líneas cruciales se encuentra la participación pública como parte indisociable de la gestión del riesgo de inundación.
La Estrategia une a las Comunidades de La Rioja, Navarra y Aragón y es un mecanismo de colaboración para la gestión de actuaciones en el eje del Ebro, en concreto en el tramo Logroño – La Zaida (Zaragoza), que tiene particularidades respecto a otras zonas de la cuenca, con una alta exposición al fenómeno de inundación.
Por su parte, el Proyecto LIFE Ebro Resilience P1 (LIFE20 ENV/ES/00327), aprobado por la Comisión Europea en la convocatoria LIFE 2020, abarca tres comunidades autónomas (La Rioja, Navarra y Aragón), cuenta con una duración de 6 años y un presupuesto total de 13.310.350 €, con financiación europea en un 55%.
Este Proyecto es, además, un ejemplo de coordinación y cooperación institucional en el tramo de intervención, siendo sus socios el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), a través de sus empresas TRAGSA y TRAGSATEC; Confederación Hidrográfica del Ebro; Gobierno de La Rioja; Gobierno de Navarra, a través de Gestión Ambiental de Navarra, S.A. (GAN-NIK); Gobierno de Aragón y el Instituto Aragonés del Agua.