El Proyecto LIFE Ebro Resilience P1 ha puesto en marcha la segunda fase de los trabajos para la adaptación ante el riesgo de inundación de la infraestructura de riego de la Comunidad de Regantes de la Huerta del Ebro, en Fuentes de Ebro (Zaragoza).
Con esto se completarán los 2,3 kilómetros de nueva tubería que se ha soterrado y alejado del cauce, para minorar las afecciones que se sufrían en los episodios de inundación en el tramo.
La intervención, que se prolongará hasta la próxima primavera, se ha programado para evitar interferencia con la campaña de riego de la Comunidad.
La primera fase se concluyó en abril de este 2024 y se ha testado por los usuarios durante la campaña de este año. Esta parte se centró en 1,3 kilómetros alejando la tubería del dique de defensa y por tanto del cauce y también en pasar de una instalación a cielo abierto, a una infraestructura de hormigón soterrada, evitando así los cortes de suministro que se producían con la rotura de la mota.
Ahora se completa esta intervención con un total de 1.030 metros, sumando un presupuesto para ambas fases de 1.156.749 euros, con financiación del Gobierno de Aragón y del Programa LIFE. La obra la ejecuta el Ejecutivo aragonés a través de la empresa pública TRAGSA.
Tramo Osera –Fuentes
Junto con esta intervención en el tramo Osera de Ebro – Fuentes de Ebro (Zaragoza), la zona 2 del Proyecto LIFE Ebro Resilience P1, ya están en marcha los trabajos de adaptación al riesgo de inundación de zonas agrícolas en el tramo Osera de Ebro – Fuentes de Ebro (Zaragoza).
La intervención se seleccionó por el Programa LIFE como propuesta piloto al ser una apuesta novedosa que servirá de referencia para otras cuencas europeas con problemas similares.
Las obras han comenzado con la Fase 1 de la “Mejora de la resiliencia ante inundaciones en el río Ebro, a su paso por Osera de Ebro y Fuentes de Ebro, en Zaragoza”, con un presupuesto de 3 millones de euros.
La acción principal consiste en la recuperación del espacio fluvial para solucionar estrechamientos del río en dos puntos, la mejana del Conde y el meandro de Aguilar.
Eliminando dos tramos de los diques de defensa frente a las inundaciones existentes reconstruyéndolos más alejados del cauce, en este espacio recuperado el río podrá fluir sin causar afecciones durante las crecidas.
En total, el beneficio global en el tramo será la adaptación en 350 hectáreas de fincas y la recuperación de 20 hectáreas como espacio para el río, reduciendo estrechamientos.