El espacio recuperado correspondiente al cauce de alivio en el paraje de La Roza tendrá una configuración de corredor ribereño con más continuidad, complejidad y diversidad para hábitats y especies de flora y fauna de interés.
Dentro de las obras de la adecuación morfológica del río Ebro en el paraje, finalizadas en diciembre de 2023, se construyó un cauce de alivio, de 800 metros de longitud por 100 metros de anchura.
Pero, ¿qué es un cauce de alivio? Es una de las tipologías de intervención realizadas para la recuperación de la dinámica fluvial.
El cauce de alivio adelanta temporalmente, con una intervención de poco impacto, la inundación del meandro, permitiendo que el agua entre en él con menos caudal en circulación.
Los cauces de alivio son brazos del río que entran en funcionamiento en crecidas:
🔹 Pueden ser brazos artificiales, excavados en el terreno, o parcialmente naturales, cuando conectan con antiguos brazos del río que han perdido su funcionalidad.
🔹 El cauce de alivio se excava a una cota superior a la del lecho del río, así, cuando aumenta el nivel de las aguas, esta circula por las dos rutas disponibles.
🔹 Esta intervención incrementa la anchura del río cuando se necesita (en crecidas), reduciendo la altura de las aguas en circulación.
🔹 También permite dirigir las aguas a zonas de interés, para reducir la presión sobre las defensas de los núcleos urbanos o favorecer la funcionalidad de puentes.
🔹 Asimismo, aumenta el número de días de inundación del meandro, favoreciendo la implementación y el desarrollo de los hábitats fluviales en un entorno predominantemente árido.
Restauración de la vegetación en el cauce de alivio
La restauración vegetal de este cauce de alivio es fundamental por diversos motivos ambientales, entre ellos, estar en un espacio Red Natura 2000.
¿Cómo se está realizando esta restauración? La Confederación Hidrográfica del Ebro se encuentra restaurando la vegetación de este cauce con plantaciones de especies autóctonas de ribera que apoyarán la colonización natural de esta zona.
El dato: en estas bandas, entre plantas y estaquillas, se plantarán más de 1.000 especies propias de ribera y, para ello, se utilizarán tanto medios mecánicos como manuales.
Las principales especies: sauces arbustivos (Salix fragilis, Salix purpurea y Salix triandra), típicos de los sotos del tramo medio del Ebro, y tamarices (Tamarix gallica), especie que comparte junto con los sauces las primeras líneas u orillas de estos ambientes riparios. También se emplearán especies arbóreas como Salix alba, al final del cauce de alivio, para dar continuidad al bosque de ribera existente. Se trata de especies resilientes al paso de avenidas.
Coordinación y cooperación: todo el material vegetal a utilizar proviene de viveros forestales gestionados por socios del Proyecto LIFE Ebro Resilience P1. Concretamente, las estaquillas y estacas de sauces son del vivero de Marcilla, gestionado por Gestión Ambiental de Navarra (GAN). La planta de tamarix procede del vivero de Gurrea de Gállego, gestionado por el Gobierno de Aragón.
El Proyecto LIFE Ebro Resilience P1, a través de la Confederación Hidrográfica del Ebro organizó una plantación divulgativa con alumnos del Ciclo Forestal del IES Gonzalo de Berceo de Alfaro, en La Rioja.
Así conocieron el proyecto, los objetivos y conocieron propuestas de restauración fluvial.
Actuación de restauración del meandro de La Roza
Junto con esta intervención en el cauce de alivio se está ejecutando, en este caso, por parte del Gobierno de La Rioja, la restauración ambiental de todo el meandro de La Roza.
En total se van a introducir 4.650 ejemplares de especies propias de la ribera del Ebro y sus sotos, imitando el crecimiento natural de la vegetación riparia y ocupando unas 12 hectáreas de superficie de intervención.