El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha encargado a la empresa pública Tragsa, las obras de Adecuación morfológica y restauración ambiental del río Ebro en el paraje “El Estajao”, situado en Alfaro (La Rioja).
Estos trabajos, que tienen un plazo de ejecución de 24 meses, han comenzado con la realización de una prospección ambiental previa, a fin de delimitar las zonas donde, por presencia de flora de interés o por cría de fauna, no se podrá acceder de forma temporal (en el segundo caso) o definitiva (en el primer caso).
Una vez finalizada la prospección, comenzarán el resto de actuaciones previstas. Primeramente con el destoconado y triturado de los restos de la chopera productiva recién talada y, seguidamente, con la retirada de las defensas de escollera existentes. Posteriormente se procederá a la retirada del dique de defensa actual y a la construcción de forma simultánea de la nueva defensa retranqueada.
Esta actuación es una de las cuatro propuestas para la mejora de los efectos de las inundaciones en la zona de confluencia de los ríos Ebro y Aragón. La primera ya ha finalizado en el paraje de La Nava, una de las que mayores problemas presentaba en episodios de avenida. Las otras tres, se ubican en los parajes de El Estajao y en La Roza, ambos en Alfaro, y en el paraje de El Ortigoso en Milagro (Navarra).
El presupuesto de esta actuación, la segunda obra de Ebro Resilience después de la intervención en La Nava, es de 2.032.792 euros.
Las obras se coordinarán con la construcción de los nuevos pozos de abastecimiento a la localidad de Alfaro, que está realizando el Gobierno de La Rioja en estos momentos.
La localidad de Alfaro cuanta con varios pozos de captación de agua para su abastecimiento en el paraje del Estajao. En 1976 se levantó una defensa alineada perimetralmente con el meandro para la reconversión del soto de ribera en plantaciones de cultivos de chopo maderero.
Esta infraestructura, que sirve de resguardo a los pozos de captación, obliga a las aguas del río Ebro a realizar el recorrido completo de la curva del meandro, aumentando los procesos erosivos sobre las defensas, que, durante los episodios de avenida, suelen sufrir los mayores daños. Este hecho se ve agravado a causa del estrechamiento existente en el cuello del meandro, donde el río ve reducida su sección de desagüe.
Todo ello hace que este enclave sufra actualmente una acusada degradación morfológica y ambiental, que, a su vez, produce importantes y periódicas pérdidas económicas en los sistemas sociales marginales al cauce. Una situación insostenible que ha propiciado el encargo de estos trabajos con el objetivo de conseguir soluciones a largo plazo.