Este año el Día Mundial de los Humedales se dedica a la necesaria restauración de estas masas de agua. Las actuaciones de la Estrategia Ebro Resilience y del Proyecto LIFE Ebro Resilience P1 tienen como objetivo la reducción de las afecciones por inundación, pero también la mejora medioambiental de las zonas de intervención.
Algunas de las medidas como la recuperación de las llanuras de inundación, los curages, la creación de cauces de alivio, la reconexión de madres viejas o antiguos cauces y galachos permiten la recuperación de zonas húmedas y la restauración de sus ecosistemas asociados.
Además, algunas intervenciones, como la restauración fluvial del paraje de La Nava en el río Ebro en Alfaro (La Rioja), ha incluido la creación de un nuevo humedal.
Los humedales y las inundaciones
Los humedales, además de ser fundamentales para la mejora de la calidad de las aguas, como filtradores naturales, actúan como esponjas frente a los excesos de lluvia y las inundaciones en arroyos y ríos, acumulando agua en los periodos en los que es abundante y aportándola al medio en las épocas en las que escasea.
Son también sumideros de carbono y se estima que las turberas almacenan el 30% del carbono total de nuestro planeta. Esto se suma a que albergan 100.000 especies conocidas de agua dulce.