La Estrategia Ebro Resilience, mecanismo de coordinación entre administraciones para promover actuaciones que reduzcan el impacto de las inundaciones del tramo medio del río Ebro, entre Logroño (La Rioja) y La Zaida (Zaragoza), ha organizado un nuevo taller deliberativo sobre las propuestas de actuación para reducir el riesgo de inundación, en este caso, para el denominado tramo 3 que comprende los ríos Ebro y Ega en San Adrián.
Los participantes han conocido las medidas definidas tras el análisis técnico, después de que esta propuesta se presentara previamente a los representantes del Ayuntamiento.
El encuentro se ha celebrado de forma presencial este miércoles, 26 de octubre, en San Adrián, en la Casa de la Cultura. Al evento han asistido un total de 70 participantes que han podido presentar sus propuestas y consideraciones.
El estudio realizado para el tramo 3, que comprende el curso del río Ebro a su paso por los términos municipales de San Adrián, Azagra (Navarra) y Calahorra (La Rioja), se ha centrado en la propuesta de soluciones para la reducción de riesgo de inundación de las zonas urbanas de los dos primeros.
Durante el taller celebrado en San Adrián se han expuesto las soluciones propuestas para esta localidad en concreto, dado que éstas son independientes y no crean sinergias con las propuestas para Azagra y al considerar que el núcleo urbano de Calahorra no presenta problemas de inundación en cuanto a avenidas del Ebro, ni del río Cidacos, para avenidas inferiores a 100 años de periodo de retorno.
En este sentido el estudio realizado confirma que, cuando coinciden avenidas en el Ebro y el Ega, éste último no puede confluir y se acumula en su propio cauce, alcanzando niveles mayores a los esperados. La canalización del río mediante defensas se ve desbordada y colapsa en algunos tramos. Además, tiene un fuerte estrechamiento que agrava esta situación.
Las aguas desbordadas se dirigen contra la variante (carretera NA-6531). Los diques impiden su retorno al cauce y rodean la variante por su extremo norte, alcanzando la zona urbana, donde las aguas se acumulan. En este punto no tienen salida, al taparse con tierras los pasos bajo la variante antes de la avenida.
Este proceso ya aconteció durante la avenida extraordinaria del pasado diciembre de 2021, en la que se inundó parte de la localidad.
Para los caudales contemplados en el estudio, el núcleo urbano se vería afectado por avenidas de periodo de retorno de 25 años, que para este tramo se alcanzan con 2.000 m3/s de caudal en el río Ebro y de 350 m3/s en el río Ega.
Tras evaluar la situación actual, se han analizado distintas alternativas de actuación, de forma individual y combinada, siendo una combinación de intervenciones lo que se ha planteado como mejor opción.
Entre las alternativas estudiadas para reducir el riesgo de inundación se encuentra el rebaje de un tramo de las defensas de la ribera derecha del Ebro, que mejorarían la confluencia de éste con el río Ega. Igualmente se plantea un retranqueo de la defensa actual en el estrechamiento en la canalización del Ega, que permitiría aumentar la sección de desagüe. Además, realizando un recrecimiento en un camino ya existente sería posible interceptar el desbordamiento hacia la zona urbana.
Por último, se propone la instalación de mecanismos que faciliten el cierre y apertura de los pasos existentes bajo la variante en función de las necesidades de la zona urbana y que permitan evacuar las aguas que entrasen en ella.
Con estas alternativas se conseguiría evitar la inundación del núcleo urbano de San Adrián para avenidas con un periodo de retorno de 25 años, alcanzando los objetivos planteados en el estudio. Adicionalmente, se reducirían los daños en 160 hectáreas de fincas agrarias para avenidas de 10 años de periodo de retorno.
El planteamiento de la Estrategia Ebro Resilience para todos los tramos es la protección de las zonas urbanas para avenidas con periodo de retorno de 25 años y para zonas no urbanas, conseguir la reducción de afecciones para avenidas hasta un periodo de retorno de 10 años.
Las claves de Ebro Resilience son la coordinación y los nuevos enfoques para reducir el efecto negativo de los episodios de inundación, apostando por medidas combinadas que mejoren la capacidad de recuperación del territorio.
Ebro Resilience, además de en la coordinación, se basa en la promoción de medidas que cuenten con el aval técnico de los estudios y sean fruto del mayor consenso, fomentando la implicación de administraciones locales, afectados y sociedad en general en cada zona.
Junto con este taller se desarrollan reuniones específicas con los alcaldes de los tramos a estudio. Hasta el momento se han realizado este tipo de encuentros y de talleres deliberativos en los tramos 5 Huecha en Mallén-Cortés-Novillas; 6 Pradilla de Ebro-Boquiñeni; 7 Alcalá de Ebro – Remolinos; 8 Cabañas de Ebro, 9 Torres de Berrellén – Sobradiel, 12A Osera de Ebro – Fuentes de Ebro y 14- El Burgo de Ebro.
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