En el encuentro, realizado de forma telemática, han participado la directora del Instituto Aragonés del Agua, Dolores Fornals, el secretario técnico del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, José Luís Castellano y el comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Carlos Arrazola, junto con personal técnico de ambas Administraciones.
Esta presentación precede al taller deliberativo sobre el tramo 8 Ebro-Cabañas de Ebro, también en formato online, que tendrá lugar el próximo 11 de noviembre y que estará abierto a todos los interesados para recoger las consideraciones y planteamientos de los habitantes de la ribera.
Tramo 7 Alcalá de Ebro-Remolinos
La modelización hidráulica realizada para el estudio del Tramo 7 muestra que las localidades de Alcalá de Ebro y Remolinos son vulnerables para las avenidas seleccionadas para el estudio (25 años de periodo de retorno en zonas con núcleos urbanos).
Para cumplir los objetivos de la Estrategia Ebro Resilience se han estudiado varias alternativas de actuación, algunas de ellas propuestas por los participantes en las jornadas de participación realizadas en 2018.
En el caso de Alcalá de Ebro es necesario defender la localidad frente a los desbordamientos producidos por la margen derecha, por ello se propone la construcción de una defensa de protección del núcleo urbano frente al desbordamiento y un rebaje en la mota del río, lo que permitirá el retorno de las aguas desbordadas hacia el cauce.
En el caso de Remolinos, se plantea completar el perímetro de seguridad de la población al sur y al este, de forma que las aguas desbordadas por la margen izquierda no retornen hacia el núcleo urbano.
Igualmente, para la mejora global del tramo, se propone la retirada de las defensas que estrechan el cauce activo y desvían la corriente hacia la margen contraria.
Tramo 9 Torres de Berrellén-Sobradiel
En el caso del Tramo 9, el análisis de la situación actual pone de manifiesto que las localidades de Torres de Berrellén y Sobradiel sufrirían inundaciones en el caso de avenidas de periodo de retorno de 25 años.
Por ello, en el caso de Torres de Berrellén, la alternativa más eficiente pasa por completar el perímetro de seguridad de la población al norte y al este. Por su parte, en Sobradiel, la solución requiere realizar un perímetro de seguridad por el lado norte del casco urbano y modificar un estrechamiento que se produce aguas abajo de la localidad, mediante el retranqueo de la actual defensa.
Como ocurre con el caso anterior, para conseguir una mejora global del tramo, se propone además la retirada de las defensas que estrechan el cauce activo y provocan sobre-elevaciones de la lámina de agua y, con ello, desbordamientos.
El objetivo de todas estas novedosas técnicas es proteger los núcleos urbanos y recuperar el espacio del río donde sea posible, así como fomentar los usos compatibles y potenciar la autoprotección.
Actualmente se ha concluido ya 6 de los 15 tramos de estudio que componen unos 260 kilómetros del río. Esto supone unas 48.000 hectáreas de implantación de Ebro Resilience en el río Ebro y los tramos bajos de sus afluentes desde Logroño (La Rioja) a La Zaida (Zaragoza).
Conoce todos los detalles de la Estrategia Ebro Resilience en el siguiente vídeo.