En el encuentro, celebrado ayer por la tarde y al que asistieron más de 50 personas, se presentaron medidas centradas en actuaciones de adaptación.
Siguiendo con la dinámica de los últimos meses, la estrategia Ebro Resilience, ha celebrado un nuevo taller deliberativo en el que ha reunido a interesados y afectados por el riesgo de inundación del tramo Osera-Fuentes de Ebro.
Durante la reunión, celebrada en formato online debido a la situación sanitaria, se han presentado las medidas definidas por el equipo de Ebro Resilience tras realizar un exhaustivo análisis técnico basado en examinar los problemas que sufre el tramo y encontrar las causas que originan esos problemas. La proposición de alternativas de actuación se realiza para combatir estas causas, de manera que su eficacia se prolongue en el tiempo.
Tras el análisis de los estudios hidráulicos, se constata que los núcleos urbanos afectados (Osera de Ebro, Fuentes de Ebro, la pedanía de Aguilar y las urbanizaciones) no tienen afecciones para avenidas de periodo de retorno de 25 años, que es el objetivo de Ebro Resilience para zonas urbanas.
Por lo tanto, el estudio se centra en encontrar mejoras en las condiciones actuales de inundación en las zonas no urbanas para avenidas con un periodo de retorno de 10 años.
Tras el análisis de diversas alternativas propuestas por el territorio (eliminación de la vegetación, retirada de motas y dragado) se pone de manifiesto que ninguna de ellas consigue mejoras sustanciales a nivel de tramo, ni alcanza los objetivos planteados.
En consecuencia, las medidas presentadas se centran en actuaciones de adaptación, ya que se ha comprobado que no es posible evitar el desbordamiento por la margen derecha que origina los principales daños en el ámbito de estudio.
En este contexto, se ha planteado lo que los técnicos denominan “zonas de amortiguación de flujos laterales”, consistentes en una pre-inundación con poca altura de agua previa a los desbordamientos en fincas cultivables y en la instalación de elementos de desagüe en los puntos bajos. Con esta medida sería posible reducir la velocidad de circulación de las aguas y, por tanto, los daños causados por las mismas. También se conseguiría evacuar sin daños las aguas acumuladas en cuanto desciendan los niveles de agua en circulación por el Ebro.
Para implantar estas zonas es necesaria la adaptación de los sistemas de riego y la corrección de los actuales estrechamientos en la canalización del río.
Este taller deliberativo para el tramo 12A Osera-Fuentes, se une a los ya celebrados para los tramos 7 Alcalá de Ebro – Remolinos, 8 Ebro-Cabañas de Ebro y 9 Torres de Berrellén-Sobradiel.