La última semana de febrero de 2024 se ha vivido un incremento importante de caudales en el tramo medio del Ebro por las lluvias registradas en la cuenca del Ebro.
Este episodio de crecida en el límite de lo considerado crecida extraordinaria (que generaría mayores afecciones) nos deja estas imágenes de la respuesta de las tipologías de intervención que está poniendo en marcha la estrategia Ebro Resilience en este tramo, las que acaba de iniciar el proyecto LIFE Ebro Resilience P1 y de algunas acciones que anticipó la Confederación Hidrográfica del Ebro tras los episodios más importantes de inundación de la última década en el eje del Ebro en 2015 y 2018.
El ejemplo del meandro de La Roza
Este meandro ha sido recuperado como espacio fluvial en el término municipal de Alfaro, en La Rioja, a través del Proyecto LIFE Ebro Resilience P1, con financiación Europea. Además, se han mejorado la capacidad de desagüe de los ojos del puente del ferrocarril que, por primera vez en 40 años, tuvo disponibles los 15 ojos ante un episodio de crecida.
Intervenciones concluidas a través de la Estrategia Ebro Resilience
Imágenes que nos muestran lo beneficioso para la dinámica fluvial de las acciones de recuperación de espacio fluvial, creación de cauces de alivio, construcción de muro krainer o recuperación de brazos de río que se habían abandonado.
Es el caso de la primera fase de El Ortigoso, en Milagro, Navarra; paraje de El Estajao, en Alfaro, La Rioja y La Nava, en Alfaro.
Solventando los problemas de estrechamiento del río
En El Ortigoso, antes de la actuación Ebro Resilience, los diques constreñían el río justo en el entorno de la desembocadura del río Aragón en el río Ebro. El río pasaba de anchuras de hasta 597 metros a otros puntos con sólo 103 metros. La recuperación de espacio para el río era una necesidad para reducir el efecto de los caudales.
Más tipologías de intervención Ebro Resilience
Durante las crecidas de febrero se ha visto la respuesta de otras actuaciones de tipología Ebro Resilience, buscando reconexión de brazos de río abandonados, recuperación de espacio, zonas de preinundación… que se pusieron en marcha por parte de uno de los socios del LIFE Ebro Resilience P1, la Confederación Hidrográfica del Ebro tras los episodios de 2015 y 2018.
Algunas de ellas se han ejecutado para la defensa y mejora de la adaptación de núcleos urbanos.
Qué son las zonas de amortiguación de flujo lateral