La Estrategia Ebro Resilience ha organizado una serie de descensos interpretativos por el cauce del río Ebro con el objetivo de dialogar sobre la gestión del riesgo de inundación y los principios de la Estrategia Ebro Resilience con miembros de la prensa.
Los medios de comunicación desarrollan un papel fundamental en la comunicación del riesgo de inundación y, para ello, es fundamental que los periodistas conozcan el funcionamiento del río y qué y cómo se comporta una inundación extraordinaria en el río Ebro.
Gracias a estas jornadas divulgativas-deliberativas el colectivo entenderá por qué se producen los episodios de inundación, qué soluciones existen a este problema y, sobre todo, qué se está haciendo y por qué para minimizar el riesgo de inundación en el tramo medio del Ebro.
Esta semana se ha realizado el primero de estos descensos, dirigido a periodistas de Aragón, realizando un recorrido que comenzaba en Alcalá de Ebro, municipio donde ya se han desarrollado una serie de actuaciones, y que finalizó aguas abajo de Cabañas de Ebro.
Durante la visita, que tuvo una duración de unas cuatro horas, se habló sobre conceptos como el exposición (las veces que algo se inunda) y la vulnerabilidad (el daño que se produce cuando algo se inunda), y de cómo la evaluación del riesgo de inundación tiene que aunar ambos conceptos. También se comentó la evaluación de las medidas de gestión del riesgo de inundación en los últimos 100 años.
Mientras los asistentes remaban en las barcas, se estableció un interesante debate sobre el papel que desempeñan los medios de comunicación para fomentar la capacidad de autoprotección de la población ribereña. Todo ello mientras se visitaban distintas zonas de actuación de la Estrategia Ebro Resilience.
A este descenso pionero asistieron miembros de la cadena Aragón TV, tanto de informativos como del programa “Esta es mi Tierra” y “Aquí y ahora”, Onda local Gallur, comunicación del Gobierno de Aragón y parte del equipo de Ebro Resilience.
Una experiencia que ha resultado muy satisfactoria para todas las partes, ya que los periodistas pudieron visitar y conocer, de primera mano, algunas actuaciones realizadas en el río, como cauces de alivio, retranqueo de motas o curages, una técnica novedosa que permite mejorar la capacidad de desagüe favoreciendo la dinámica fluvial y el mantenimiento en buen estado de las masas de agua y de los espacios en los que se actúa. También se explicó el funcionamiento de las áreas de inundación temporal controlada, superficies de terreno cultivable que se inundan con muy poca altura de agua sirviendo de colchón amortiguador cuando llegan las avenidas mayores y con las que se consigue reducir daños en diques, riegos y fincas.
Además, gracias a una dinámica de grupo, el equipo Ebro Resilience pudo conocer cuáles son las necesidades específicas de información de cada medio atendiendo a su tipología y se debatieron diversas propuestas que sin duda ayudarán a mejorar la relación entre técnicos y periodistas a fin de poder ofrecer la información y datos más adecuados en cada caso. De igual modo surgieron diversas propuestas y peticiones por parte de los medios que contribuirán a mejorar los conocimientos del colectivo de periodistas para poder comunicar de manera más efectiva todo lo relacionado con las inundaciones.
Las inundaciones son el desastre natural que más pérdidas económicas y humanas causa en nuestro país. Hasta hace no mucho, la gestión de las inundaciones consistía en invertir mayor presupuesto en indemnizar y reparar los daños que en asumir medidas de prevención y adaptación.
Durante la jornada se explicó como, inicialmente, en el tramo medio del Ebro se gestionó la inundación mediante la construcción de un sistema de defensas basado en el establecimiento de diques y motas que sólo es efectivo para crecidas pequeñas. Con el paso del tiempo se ha puesto de manifiesto que las motas y diques son incapaces de contener el agua de las crecidas extraordinarias y que, además, las aguas desbordadas quedan retenida entre las defensas aumentando el tiempo de la inundación y, por tanto, los daños.
La Estrategia Ebro Resilience ha supuesto un cambio de enfoque que invita a convivir con el río y las inundaciones, fenómenos que no se pueden evitar, pero cuyos efectos pueden prevenirse preparándonos y protegiéndonos para reducir los daños que ocasionan. Por eso, actualmente se impulsan medidas y estrategias orientadas a la reducción de la vulnerabilidad, la restauración fluvial y la participación pública que se han demostrado mucho más eficaces.
El objetivo final es que después de un episodio de inundación podamos recuperar la actividad habitual en el menor tiempo posible, de forma que la actividad económica pueda convivir con un río Ebro en buen estado ecológico.