El objetivo de este evento organizado por la Estrategia Ebro Resilience es incrementar el conocimiento de la sociedad sobre las avenidas del Ebro.
Una de las principales funciones de la Estrategia Ebro Resilience es promover e incrementar el conocimiento de la sociedad sobre uno de los fenómenos que afecta con mayor intensidad al tramo medio del Ebro. Estamos hablando de las avenidas, unos fenómenos naturales, recurrentes e inevitables que se producen como consecuencia de intensas precipitaciones que provocan el aumento de caudal de diversos afluentes que confluyen en el tramo medio del río Ebro.
De la mano de la jefa de Hidrología y Cauces de la Confederación Hidrográfica del Ebro, María Luisa Moreno, las 150 personas asistentes a esta jornada online “Magnitud y frecuencia de las crecidas del Ebro: estimación, medición y actualización de los caudales en su tramo medio”, han podido conocer y aclarar conceptos relacionados con las crecidas.
La ponente se ha encargado de explicar los distintos métodos de medición, la relación entre altura y caudal y las revisiones de los caudales de referencia que se realizan tras cada episodio de crecida. De esta manera se ha puesto de manifiesto que, no sólo es importante tener en cuenta el caudal máximo de la crecida, sino que igualmente debemos fijarnos en otros aspectos como la duración y el volumen total de agua que circula, además del estado de humedad del suelo y otros factores diversos.
Se han revelado curiosos datos a los asistentes como, por ejemplo, que tanto los niveles como los caudales observados durante las crecidas son siempre revisados tras la misma en cada estación de aforos.
En este sentido María Luisa Moreno comentó que, gracias a los avances tecnológicos en la precisión de los métodos de medición, ha sido posible revisar los caudales máximos de crecidas en los últimos 20 años. En ese sentido, se ha comprobado que los caudales reales en circulación eran un 20% inferiores a los considerados inicialmente en las estaciones de Castejón a Zaragoza.
La jefa de Hidrología y Cauces de la Confederación Hidrográfica del Ebro expuso datos tan interesantes como que, en los últimos 400 años, se han registrado 1.542 inundaciones. A finales del S.XX, concretamente desde 1978, no se registraron crecidas extraordinarias por encima de los 2.600 m3/s hasta el episodio de 2003, cuando en la estación de Castejón se registró un caudal máximo de 2.847 m3/s, frente a los 3.317 m3/s que se estimaron provisionalmente antes de esta revisión. Posteriormente se sumaron los episodios de 2015 y 2018, tres avenidas con valores máximos muy similares.
Gracias al seguimiento de esos episodios extraordinarios y a los avances tecnológicos registrados en los últimos años ha sido posible esa revisión y actualización de los datos de caudal.
A pesar de estos avances la incertidumbre asociada a los datos de caudal medidos en avenidas está en torno al 10% en el mejor de los casos. Para tomar decisiones para la autoprotección es importante tener referencia de las alturas alcanzadas por los eventos extraordinarios más cercanos en el tiempo ya que esta información ayudará a poner en contexto los avisos de crecidas.
Puedes consultar el contenido íntegro de la presentación en este enlace.
Nuevas jornadas
Durante esta jornada divulgativa se han anunciado próximas citas similares para seguir incrementando el conocimiento social y responder a otras dudas relacionadas con las crecidas, como la realización de previsiones realizadas por el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) o los protocolos de aviso a los Servicios de Protección Civil.
Estas actividades se suman a los talleres participativos que se están llevando a cabo en cada uno de los tramos a estudio en la Estrategia Ebro Resilience para reducir el riesgo de inundación en el tramo medio del Ebro.