Más de un centenar de personas asistieron a la sesión informativa organizada por el Ayuntamiento de Funes para dar a conocer a la población las medidas que se van a tomar para evitar que vuelvan a producirse avenidas similares a las ocurridas los pasados meses de diciembre y enero.
La Estrategia Ebro Resilience estuvo representada por David Gargantilla, Jefe de servicio de Actuaciones en Cauces de la Confederación Hidrográfica del Ebro y Guillermo Cobos, profesor de la Universidad Politécnica de Valencia y autor del proyecto.
Nuestros compañeros quisieron primero poner en contexto a los asistentes realizando una presentación sobre porqué se producen estos fenómenos. Posteriormente, David Gargantilla puso de manifiesto la importancia del uso de las nuevas tecnologías a la hora de elaborar los estudios de tramo y, sobre todo, en el diseño de las posibles intervenciones a realizar para minimizar los daños. En este sentido explicó como el equipo elabora modelos informáticos capaces de reproducir el terreno con una precisión milimétrica que acompañan a programas que simulan en esos modelos los efectos que una riada puede producir sobre el terreno.
Guillermo Cobos tomó después la palabra para exponer los problemas de inundabilidad que presenta Funes y que provienen, principalmente de los desbordamientos por la margen izquierda del río por Falces y Peralta que se adentran hasta el casco urbano de la población. A esto se une la falta de capacidad para absorber el agua de los ríos Aragón y Arga en su confluencia, lo que motiva que el agua del Arga quede embalsada en el propio cauce y retorne igualmente a la zona urbana.
El profesor Cobos informó a los presentes que, desde 2017 se está llevando a cabo un proyecto cuyo objetivo es mejorar la capacidad de desagüe en la confluencia Arga-Aragón y evitar el “efecto embudo”. De esta manera se conseguirá que ambos cauces puedan desaguar juntos.
Dicho proyecto se divide en tres fases fundamentales de las cuales, la fase 1 y 2 ya están ejecutadas y en funcionamiento. Actualmente está en marcha la tercera que pretende reconectar el meandro de Sotosardillas con el Arga y así poder generar una red de drenaje que permita que el agua salga por el cauce antiguo del río. Además, está previsto conectar el meandro con la población a través de un conjunto de sendas y caminos en los que se realizará una repoblación ambiental.
A pesar de ello, los técnicos de Ebro Resilience están estudiando una posible cuarta fase que sirva para mitigar el problema del desbordamiento aguas arriba de la población. Para ello se está estudiando construir una mota de protección del casco urbano, combinada con otras posibles intervenciones en los humedales de Peralta y Falces, y en el propio tramo urbano de Funes, incluyendo esta última, la apertura del ojo del puente taponado y el refuerzo de las defensas.
El alcalde de Funes, Ignacio Domínguez, que acompañó a los dos expertos durante la sesión, abordó el tema de la limpieza indicando que “la petición para llevar a cabo la limpieza del río ya se ha hecho a la CHE y esta la tramitará ante el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra”. El alcalde quiso igualmente dar respuesta a aquellos que insistían en pedir medidas “aguas arribas” afirmando que, en la reunión mantenida con todos los pueblos afectados, su consistorio “ha hecho una petición formal para que se desarrollen más actuaciones en el resto de municipios de la zona para evitar que toda la fuerza de la riada llegue hasta Funes”.