La localidad de Remolinos fue el lugar escogido para realizar el este taller presencial en el que se han dado a conocer las actuaciones propuestas como resultado del estudio.
La Sala Goya de Remolinos ha acogido el segundo taller deliberativo para abordar actuaciones que reduzcan el riesgo de inundación en el tramo 7 Alcalá de Ebro-Remolinos que incluye el núcleo de Luceni.
Como ya se planteó en el primero de los talleres dedicados a este tramo, en diciembre del año pasado, la modelización hidráulica realizada muestra que las localidades de Alcalá de Ebro y Remolinos son vulnerables para las avenidas de 10 años de periodo de retorno, en el primer caso, y de 25 años en el segundo.
La alternativa seleccionada como más eficiente conseguiría evitar la inundación de los núcleos urbanos de Remolinos y Alcalá de Ebro llevando a cabo algunas medidas técnicas. En el caso de Alcalá de Ebro, se plantea realizar un cierre transversal aguas arriba de la población mediante el recrecimiento de un camino existente y su prolongación hasta la actual defensa. Estas medidas evitarían que el desbordamiento lateral por la margen derecha alcanzase la zona urbana de la localidad.
La intervención anterior iría asociada a la rebaja de la cota de un tramo de la mota situada aguas arriba del cierre transversal por el que las aguas desbordadas podrían retornar al río. También se propone retirar la mota deflectora situada frente a la localidad de Luceni, que conseguirá mejorar el paso general de las aguas, reduciendo el proceso erosivo que ahora sufre la ribera derecha y el lecho del cauce en la zona más estrecha.
Adicionalmente, se propone retirar la mota situada en la ribera izquierda, en el meandro localizado frente a Alcalá de Ebro. De esta manera se conseguiría reducir considerablemente, el desbordamiento de la aguas hacia la margen derecha, impidiendo su llegada a la zona urbana de la localidad.
Para Remolinos se aconseja la construcción de un cierre transversal para la zona urbana por el sureste. Esta intervención conseguirá evitar la inundación de la localidad a través de las aguas que llegarían desde el este.
Estas medidas se completarán con las actuaciones planteadas en el meandro de “Las Rozas” por los participantes de los primeros talleres de la Estrategia Ebro Resilience consistentes, en la retirada de los restos de defensas, caminos y otras obstrucciones al paso de la corriente en dicho meandro. Estos obstáculos dificultan la inundación del meandro y favorecen los desbordamientos, sin olvidar que las concentraciones del flujo detectadas en las zonas donde las defensas están deterioradas aumentan la erosión en el meandro y en la margen izquierda.