La Estrategia Ebro Resilience está realizando una restauración mediante plantación de especies autóctonas de ribera en un tramo del río Ebro colindante con el Camino Natural de La Alfranca, en Zaragoza. Esta iniciativa se enmarca dentro de una de las líneas de actuación Ebro <Resilience, destinada a la mejora de ecosistemas fluviales.
Los trabajos que se están realizando actualmente abarcan una zona de actuación de unos 5.000 m2 y consisten en la plantación de hasta 500 ejemplares de distintas especies, entre árboles y matorrales como son olmos, chopos, álamos, fresnos, tamarices, majuelos, endrinos y zarzas. Aprovechando la realización de estas labores, se están realizando de forma paralela varias acciones de divulgación y sensibilización medioambiental, como la plantación cooperativa realizada el pasado mes de febrero en la que han participado alumnos de la Fundación San Valero.
Ebro Resilience tiene una partida presupuestaria de 1,2 millones de euros destinada a la erradicación de la caña común (Arundo donax), una especie alóctona invasora de gran implementación, en cerca de 70.000 m2además de la eliminación de cerca de 7.000 pies arbóreos pertenecientes a otras tantas especies invasoras.
La plantación que se está realizando en este tramo del río Ebro colindante con el Camino Natural de La Alfranca y en la Reserva Natural Dirigida de los Sotos y Galachos del Ebro, se unen a los trabajos que ya se venían haciendo en Los Galachos de Juslibol (Aragón), en Tudela, Ribaforada y Buñuel (Navarra) y en Alfaro, Calahorra y Aldeanueva de Ebro (La Rioja).
En todos ellos, una vez retirados los ejemplares de caña común, estos son triturados de forma mecánica y cubiertos con una lámina de polietileno negro durante al menos 10 meses. La falta de luz y el exceso de temperatura consiguen que las raíces se pudran y esta especie no vuelva a crecer. Una vez retirada la lámina, se comienza con las labores de restauración de riberas, recuperando el terreno y procediendo a la plantación de especies autóctonas.