La Estrategia Ebro Resilience tiene como objetivo reducir los daños por inundaciones en el tramo medio del río Ebro (entre Logroño, en La Rioja, y la Zaida, en Zaragoza) y los tramos bajos de sus afluentes. En dicho contexto, durante los últimos dos años se han venido desarrollando estudios de detalle y simulaciones de distintas alternativas para la mitigación del riesgo de inundación en los municipios con mayores afecciones por inundaciones.
En este sentido, la Estrategia Ebro Resilience, con el objetivo de mantener informada a la población de las novedades en el desarrollo de esta Estrategia, tiene habilitada en esta página web la pestaña “Avances de la Estrategia”, donde ya está disponible el documento relacionado con el Estudio de detalle correspondiente al Ebro y Ega en San Adrián (Navarra).
En dicho documento se han expuesto las soluciones propuestas para la reducción del riesgo de inundación de la zona urbana de San Adrián, donde se confirma que, cuando coinciden simultáneamente avenidas en el Ebro y el Ega, éste último no puede confluir y se acumula en su propio cauce, alcanzando niveles mayores a los esperados. La canalización del río mediante defensas se ve desbordada y colapsa en algunos tramos. Además, tiene un fuerte estrechamiento que agrava esta situación.
Los diques impiden el retorno al cauce de las aguas desbordadas y estas se dirigen contra la variante de San Adrián (carretera NA-6531). La variante es desbordada por su extremo norte, alcanzando las aguas la zona urbana, donde se acumulan. En este punto no tienen salida, ya que los pasos bajo la variante son taponados con tierras antes de la llegada de la avenida.
Este proceso ya aconteció durante la avenida extraordinaria del pasado diciembre de 2021, en la que se inundó parte de la localidad.
Para los caudales contemplados en el estudio, el núcleo urbano se vería afectado por avenidas de periodo de retorno de 25 años, que para este tramo se alcanzan con 2.000 m3/s de caudal en el río Ebro y de 350 m3/s en el río Ega.
Tras evaluar la situación actual, se han analizado distintas alternativas de intervención, de forma individual y combinada, concluyendo el estudio que la opción más eficiente para alcanzar los objetivos propuestos es una combinación de actuaciones.
Entre las alternativas seleccionadas para reducir el riesgo de inundación se encuentra el rebaje de un tramo de las defensas de la ribera derecha del Ebro, que mejorarían la confluencia de éste con el río Ega.
Igualmente se propone un retranqueo de la defensa actual en el estrechamiento en la canalización del Ega, que permitiría aumentar su sección de desagüe, reduciendo los desbordamientos.
Por último, se propone la implementación de un perímetro de seguridad en la zona urbana, un recreciendo un camino existente para interceptar el desbordamiento hacia la zona urbana e instalando mecanismos que faciliten el cierre y apertura de los pasos existentes bajo la variante, en función de las necesidades de la zona urbana, y que permitan evacuar las aguas que entrasen en ella, si se diera el caso.
Con estas alternativas se conseguiría evitar la inundación del núcleo urbano de San Adrián para avenidas con un periodo de retorno de 25 años, alcanzando los objetivos planteados en el estudio.
Adicionalmente, se reducirían los daños en 160 hectáreas de fincas agrarias para avenidas de 10 años de periodo de retorno.
A finales del año pasado, la Estrategia Ebro Resilience organizó un taller deliberativo en la Casa de la Cultura de San Adrián para presentar las propuestas de actuación para reducir el riesgo de inundación en este tramo 3. Al evento asistieron 70 personas, algunas de ellas presentaron propuestas y consideraciones que actualmente están siendo analizadas.
Por último indicar que en los próximos meses se comenzará a redactar el proyecto constructivo que hará realidad las propuestas planteadas para esta localidad en concreto.
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